Despacio en el tiempo,
baila sobre la mesa
y rompe mis tazas.
Se ríe y me despierta,
de noche corre con el viento:
las ventanas, las puertas,
estremece las cerraduras,
cada mueble le teme.
Casi amanece,
casi me nota.
Estoy sobre la puerta,
cerca del suelo,
rodeada de pelo,
amarrada al sueño,
una carnada sin fuego,
resbala en silencio.
Respiro sobre el espejo,
me volteo,
te veo,
me ves,
he vuelto.