Óleo Nocturno

Me dejo caer en el arcoíris monocromático,

Que ensarta exacto en la curva de tus ojos,

Hermosa criatura,

De cabello en garabato,

Escarbas mis instintos,

Me tomas como roca voluntaria,

Apretando dulce en mis costillas,

Sádico cómplice de mi estado,

Con el abdomen humedecido,

Pasas tu boca desde mi ombligo,

Y pronosticas tormentas cerca de la nuca,

Tus dedos arrastran mis bellos,

Y me pierdo en tu aroma,

Sola,

Comienzo a llorar,

Y en medio del silencio,

Tus labios me acarician,

Postergando la lluvia.

Rastro venenoso

Armadas mis manos,

 De deseos ajenos,

Emana amanecidas, 

En los poros del viento, 

Calmada y enajenada, 

Sigo el rumbo de tus pisadas, 

Agobiantes suelas de mis sueños, 

Eternas, plenas, constantes,

 Acostumbradas al mal rebote de mi dorso,

 Me vuelvo un animal, Atada, liberada, consternada, 

Engendro tuyo, 

Divino ditirambo de mis besos, 

Arrástrame a tu silencio, 

Y altera el sonido de mi nombre con tu voz,

Una y otra vez, 

Hasta que suene a ti, 

Complejo deseo, 

De labios abiertos. 

Haz un nosotros,

Como cuando pensé que 

Sólo éramos humanos.

Orígenes

Págueme en especies,

Págueme  sin flujos, sin comentarios condescendientes

Págueme en el alma,

Vuélvame cómplice, de cada enunciado de su boca,

Y saque las manos de la mía, porque el pueblo no soy yo,

No tenemos hambre de sus palmas,

Sólo del dulce sentimiento libre,

Que lamenta su origen con ahínco solemne,

Eterno baile de flores ralas,

Acusante sencillez, mantén tu calma disonante.

Y empareja a manera de instinto las tardes del capitolio

En mareas de un pueblo unido.

Momento Corrupto

Cuando el sol se voltea la luna lo completa,

Mágico villano sin prisa

, Amable saco de mentiras,

Rastreas mis ruinas 

Mientras me inventas hermosa desde el viento,

Cuentas las maravillas de mi vuelo,

Y descartas las telas de mi figura,

Sacudiendo, pellizcando y pateando,

Nos sumergimos eternos,

Al dulce desastre.

Gritando asiduos,

Vamos llamando a la muerte,

Y en ella creamos, dos instantes,

Amargas marcas,

De bellas palabras.

Mujer

Rayo de luna en lozanía,

Fresco arrebolado,

Matiz de sueño,

Corte suave  de landó,

Alma de grana en terciopelo,

Pones salsa en tu caminar,

Dueña del mar,

Y del mal,

Dama del cabello triste.

Toda tú florece

Cuando ves tú silueta,

Reina sin compasión,

Atropellas los ojos y el corazón,

Humano logogrifo,

Quédate quieta,

Que no hay parte más bella,

Que tu piel en silencio.

Mecania

Mar cerrado del disparatado

Trote matinal, 

Cubos atinados de mortales 

En absurdo ruedo.

Cómplices marinos de la fauna 

Casual y belicosa.

Que en corriente diurna,

Zarpan sin instintos,

A la cumbre de sus alientos,

Solitaria multitud,

Fortuito coro lisiado,

Devora completa,

 Tus ganas blasfemas de llegar,

E introduce en las entrañas,

Burbujas sin aire,

Que golpeen tu sangre suavemente,

Hasta brotar en furia

De entre  la membrana.

Despedida

https://soundcloud.com/ella-ella-32/despedida

Como me gustaría,

Borrar el rastro gélido,

Que envenenó mis tardes,

Larga vida a los suspiros,

Eternas maniobras  sin ruido,

Amargas   mañanas de entierro,

Martes sobre el suelo,

Respirando tierra,

Labios fríos,

 Ofrendas al mal,

Rueda tierna,

Hasta el próximo cause,

Y en sigilo,

Espero tu mano

 Desde lo oscuro.

Desconsuelo

Manto ordinario de grava,

 Sin distinción vital, 

Abraza mi rastro con agitación, 

Sumac de asperón, 

 Lluvia en bravío, 

Rustico legado,
 

 Del humano- roca,

 Poderosa esencia de mi tierra, 

Que en guerra mata su propia sangre, 

Frio desconsuelo ambiguo,

 Rastro de fuego tirano, 

Marca la piel, 

Sin 

Reserva a los sueños, 

Suelta tu canto a mi corazón,

 Y dale a sus latidos el compás 

De vivir.

Brea Roja

Rastro ligero de furia ciega,

Amenaza sin prestigio de la vía interina del vigor,

Rápida desbocada,

Precisa enea desertora de la savia,

Arte sádica del feroz,

Pintas la avenida,

Inconclusa y seductora,

 Jugando parcial hacia el óbito,

Date un respiro,

O danos uno a nosotros,

Ángel neutral del olvido,

Desmarca los poros de la pista,

Llévate lo húmedo,

Dejando la grana en el torso,

Dale el garbo del vital,

Hasta el segundo fugaz.